Sabías que la forma de las tejas proviene originariamente de Asia. Los romanos se inspiraron en las casas chinas las cuales, utilizaba cañas de bambú partidas por la mitad para hacer sus tejados. A mi me encantan las tejas y esta vez las he hecho grandes, de esas que hay que partirlas con una cuchara. Están deliciosas, anímate a hacerlas porque te van a encantar, además es una buena receta para utilizar todas esas claras que te sobran de hacer galletas, tartas, helados… y no se tarda nada.
Receta de tejas de almendra y vainilla
Ingredientes
100 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
150 g de azúcar glacé
4 claras de huevo
1 cucharadita de vainilla en pasta
150 g de harina normal
100 g de almendra laminada
Elaboración
Precalienta el horno a 200ºC con calor por arriba y por abajo.
Mezcla la mantequilla junto con el azúcar glacé (1) hasta que quede una crema blanquecina.
Añade la vainilla en pasta y las claras, una a una. Bate con la ayuda de una máquina de varillas.
Tamiza la harina y ve incorporándola poco a poco (2) hasta que quede todo bien mezclado (3 y 4).
Coloca un papel sulfurizado sobre una bandeja de horno y echa una cuarta parte de la masa (5).
Extiende la masa sobre toda la bandeja, puedes utilizar una lengua de gato (6).
Tiene que estar lo más fina posible (7).
Echa por encima unos 25 g de almendra laminada (8).
Hornea, colocando la bandeja en la parte central del horno, durante unos 8 minutos. A mitad de horneado, da la vuelta a la bandeja para que se hornee de forma homogénea.
Sácala de horno y rápidamente coloca un papel sulfurizado encima de la teja (9).
Con muchísimo cuidado de no quemarte, da la vuelta a la teja (10).
Coloca un rollo grande de cocina (11) y enrolla la teja sobre el (12).
Déjalas enfriar tan cual están.
Una vez se han enfriado, con mucho cuidado ve despegando los papeles de horno.
Puedes servirla así y romperla dándole golpes con una cuchara.
Tiempo
Elaboración de la masa, 10 minutos.
Horneado, 8 minutos (4 veces).
Cantidad
4 tejas grandes del tamaño de una bandeja de hornear.
Conservación
Guárdalas dentro de una caja metálica. Te pueden durar hasta un par de semanas.
Trucos y consejos
Son la mejores tejas que he probado nunca! De veras, la masa es muy fina y el sabor es delicioso.
Intenta repartir bien la masa en la bandeja ya que sino, las zonas que tengan la masa más fina que quedarán mas tostadas y donde haya masa más gruesa, puede que se queden crudas.
En cuanto veas que se empiezan a dorar sácalas, si se tuestan mucho no las podrás curvar y se romperán.
Si ves que no vas a poder curvarlas, déjala enfriar sobre una rejilla, estará igual de buena.
Las puedes hacer individuales, haciendo pequeños círculos de masa de unos 5 cm de diámetro. Una vez fuera del horno, haz lo mismo sólo que las tienes que enrollar sobre un rodillo de cocina.
Puedes echarles por encima pistachos, avellanas… lo que más te guste.
Feliz fin de semana!!!
uff!! yo que soy fan absoluto de las tejas de Tolosa tengo que probar a hacerlas! Gracias!
No te arrepentiras, estan buenísimas…. Y tampoco se tarda mucho en prepararlas!
That is so delicious, beautiful presentation!
Thank you very much Ami! It is really delicious!!!
Me encantan las tejas, que pintón!
Pues seguro que te gusta esta receta. Quedan buenísimas!
Tienenuna pinta espectacular!
Pues están buenísimas. Pruébalas, además, no se tarda mucho tiempo!
A mí también me encantan las tejas! Tengo que probar tu receta, tienen una pinta buenísima!
Pruébalas porque está espectaculares, de veras. He probado otras recetas y con esta quedan perfectas. Te van a encantar!
Hola Raquel, es la primera vez que veo las tejas de almendra y me han encantado!!, quedan monísimas y tienen que ser riquísimas, voy a tener que probarlas, a ver que tan se si soy capaz de darles forma o me quedaré con un tejado plato, jajaja. Besitos!!
Pues tienes que probarlas porque están buenísimas, a mi me encantan!. Quizás parece un poco complicado curvarlas pero ya verás que es fácil. Sólo lo tienes que hacerlo rápido para que no se endurezcan y sino, planas, estan igual de ricas! Un fuerte abrazo, Raquel.